LUCCA Y SU PLAZA EN FORMA DE ANFITEATRO

LUCCA Y SU PLAZA EN FORMA DE ANFITEATRO

Lucca es una de las ciudades imprescindibles que se puede ver en un día cuando haces una ruta por la Toscana. ¿Qué mejor que conocer a la que llaman «la ciudad de las 100 torres y las 100 iglesias»? Pero es más que eso. Alcanzó su esplendor en época medieval gracias a la industria textil y además era una de las paradas más importantes de la Vía Francigena que unía Canterbury y Roma. Lucca tiene muchísimos restos de época romana aunque realmente sus verdaderos orígenes fueron etruscos.

Si has llegado hasta aquí sin saber nada de ella, te preguntarás… ¿Y qué tiene Lucca que la hace tan bonita y tan especial? Para empezar su plaza principal, es una auténtico anfiteatro romano. Y es que en 1830 se levantó esta plaza sobre sus ruinas que databan del S. II d.C. Por lo tanto, nuestra Piazza dell’Anfiteatro es ovalada. Aquí se celebraba el mercado y en la actualidad destaca por sus casas amarillas con portales de medio punto y tres o cuatro pisos de altura; de las cuatro puertas a las que se accede a esta plaza, solo una era la entrada original romana.

Piazza dell’Anfiteatro

Uno de los puntos más importantes de Lucca son sus murallas, unas de las mejores conservadas del mundo ya que no fueron usadas como defensa de la ciudad. Fueron construidas entre mediados del S. XVI y principios del XVII pero sus orígenes eran romanos. Aunque no fue hasta 1818, con la duquesa María Luisa de Borbón, que se convirtieron en lo que son ahora, un oasis verde donde poder pasear a pie o en bicicleta con unas maravillosas vistas de la ciudad a lo largo de sus 4’5 km de largo, 30 m de ancho y casi 12 m de altura. Como para no disfrutar de un paseo así. Todavía conserva sus puertas como las de San Donato de 1590, Santa Anna, San Pietro de 1565, Porta Elisa de 1811, San Jacopo, Santa María de 1592, Porta dei Borghi y, por último, San Gervasio. Estas murallas son tan maravillosas que incluso hay una cafetería, el Antico Caffè sulle Mura, abierto en 1840.

 

Y tras haber hablado de la Piazza dell’Anfiteatro y de las murallas, lo más importante para ver en Lucca es el Duomo di San Martino, de estilo románico toscano del S. XI aunque terminaron de construirla en el S. XV. No podrás dejar de admirar su fachada y verás que es de un diseño asimétrico ya que el arco derecho es más pequeño que los otros dos. Sus columnas están repletas de esculturas y sus capiteles tienen figuras de animales y humanos. En la fachada también hay una estatua de San Martino. En su interior destaca el Volto Santo de Lucca, un enorme crucifijo de madera tallado de 3×3 y una de las reliquias más sagradas de Lucca, la preciosa tumba de Ilaria del Carretto, una noble italiana que murió en 1405 y cuyo esposo, Paolo Guinigi, la mandó construir en su honor. También destacan obras de Tintoretto y Ghirlandaio. Cerca del campanile, hay una inscripción circular en piedra, el laberinto. Es el símbolo que se hacía a lo largo de la Vía Francigena y significaba el camino tortuoso que todo cristiano debe emprender para salvar su alma. El campanario tiene 60 m de altura y es del S. XII. Alberga 7 campanas, la más antigua es del S. XIII y para subir a ella es necesario salvar sus 217 escalones. El precio de la entrada tanto para la catedral como para el campanario son de 3€ cada uno.

Duomo di San Martino

El Museo de la Catedral fue fundado en 1992. Se encuentra en un complejo de edificios que incluyen una casa torre del S. XIII y el oratorio de San Giuseppe del S. XVI y consta de ocho salas con importantes obras de arte. Además de esculturas, pinturas, orfebrería y tejidos preciosos, cabe destacar el díptico de marfil Areobindo, cónsul en Constatinopla en 506, el relicario de esmalte de Limoges del S. XIII, el cofre de cuero modelado y pintado del S. XIV, el Apóstol de Jacopo della Quercia y la «Croce dei Pisani», obra maestra de la orfebrería del S. XV. También está la Corona del Santo Volto. La entrada cuesta 4€.

Existe un ticket combinado para tener acceso a la catedral, el campanario, el museo, la chiesa dei Santi Giovanni y Reparata, el Battistero y el área arqueológica por 10€.

La basilica Minore di San Frediano es una de las iglesias más antiguas. Es románica del S. XII sobre otra anterior del S. V. Destaca por el campanario, de planta cuadrada, y por el mosaico dorado de la fachada que es del S. XIII, de estilo bizantino y que representa la Ascensión de Cristo. En su interior alberga una Fonte Battesimale del S. XII que es la más importante del románico. El 13 de septiembre sale una procesión en su honor.

 

La piazza di San Michele. En ella se realizaba el antiguo foro romano; destacan los edificios de la chiesa di San Michele y el palazzo Pretori.

La chiesa di San Michele in Foro es de estilo románico pisano del S. XI y está construida sobre una anterior del S. VIII. Tiene una fachada de mármol, de estilo toscano, con arcos ciegos sobre columnas, con detalles y figuras. Tiene cuatro galerías en la parte superior coronadas con una estatua de arcángel Miguel de 4 m de altura. En su interior hay una cruz hecha en el S. XIII y la Virgen y el Niño de terracota del altar mayor. El campanario es de base rectangular y se añadió en el S. XII. La entrada es gratuita.

El palazzo Pretori tiene la planta baja a modo de Loggia, muy habitual en los palacios renacentistas.

La piazza Napoleone es la más grande de Lucca y fue construida en 1806. En ella se situa el palazzo Ducale. Se usa actualmente para albergar eventos y conciertos al aire libre. En concreto, las Noches Mágicas del Festival de Verano que se celebran en julio.

El palazzo Ducale fue la residencia de Elisa, la hermana de Napoleón. Durante más de 800 años fue el centro del poder político y administrativo de la ciudad. En el centro se encuentra la escultura a tamaño real de María Luisa de Borbón, duquesa de Lucca durante los nueve años anteriores a su muerte. Es Sede de la provincia de Lucca y un ejemplo de villa barroca toscana. Alberga cuadros (algunos de ellos de Tintoretto y Ghirlandaio) y telares.

Torre Guinigi es una de las torres a las que es imprescindible subir por sus 230 escalones. Tiene una altura de 44 m y está coronada por un jardín con encinas centenarias. Sus propietarios originales eran unos poderosos banqueros que la construyeron en el año 1390. Se sitúa en el centro de la ciudad amurallada por lo que es más fácil ver toda la ciudad desde arriba. El palazzo Guinigi alberga el Museo Nazionale di Lucca. La entrada cuesta 3€ (o 5€ con un billete combinado con la Torre dell’Ore y el Jardín Botánico).

 

Torre delle Ore tiene 207 para poder ascender hasta sus 50 m de altura. Es la más alta de las 130 torres que hubo en la ciudad. Está situada en la Via Fillungo, en la esquina de via dell’Arancio. Dicha torre es un edificio del S. XIII que está coronado por un enorme reloj y puedes ver el mecanismo de cuerda manual que lo hace funcionar. El reloj fue instalado en el año 1754. La entrada cuesta 5€.

Torre delle Ore

El Jardín Botánico de Lucca es un hermoso jardín para disfrutar de unas horas refrescantes en medio del verde, con el «Skyline» de las torres en el fondo. Fue construido en 1820 por la duquesa María Luisa de Lucca y contiene plantas exóticas, secuoyas, cedros y magnolias.

La Casa-Museo de Puccini y su estatua, que está delante del edificio. Puccini, nacido en 1858, está considerado como uno de los compositores de ópera más grandiosos y también se le reconoce como el sucesor de Giuseppe Verdi, por lo que su casa fue transformada en un museo donde se pueden apreciar muchos de sus objetos personales y muebles, entre ellos un piano Steinway con el que compuso algunas de sus obras fundamentales. La entrada cuesta 9€.

Estatua de Puccini delante de la Casa Museo dedicada a él

El palazzo Mansi es de estilo barroco. Este palacio conserva gran parte del mobiliario original y trabajados tapices belgas. Alberga la Pinacoteca Nacional con importantes obras de las escuelas italianas y extranjeras. En resumen, una galería de arte con impresionantes pinturas de las colecciones de los Medici y el Gran Ducado. Destacan el Salón de la Música y el Salón de los Espejos.

El palazzo Pfanner lleva este nombre en honor a su actual propietario (desde mediados del S. XIX) aunque fue construido en 1660 por la familia Moricani. Si paseas por las murallas de Lucca enseguida atraerá tu atención por la increíble belleza de su jardín pues está lleno de bellísimos cedros, limoneros y diversas flores en medio de estatuas y fuentes que hacen de este rincón un oasis para descansar. La entrada cuesta 6€ si quieres visitar todo el conjunto y 4’5€ si ves solo el jardín.

 

 

Otras villas que puedes descubrir en Lucca son: Villa Orsetti que es el actual ayuntamiento, Villa Massoni, el Real Collegio y la Villa Bottini. Y si tienes más tiempo no olvides pasarte por las que están en las afueras como: Villa di Camigliano, Villa Torrigiani, Villa Garzoni, Villa Grabau, Villa Olivia y, sobre todo, la maravillosa Villa Reale di Marlia que está situado a 10 km del centro y cuyo jardín tiene el típico estilo italiano.

No olvides darte una vuelta por el Museo Nazionale dei fumetti (MUF) que hace un recorrido por el mundo de los dibujos animados. En Lucca se realiza anualmente la «Fiera Internazionale del comic». La entrada cuesta 4€.

Otras iglesias que puedes visitar son la chiesa dei Santi Giovanni e Reparata que ya existía en el S. VI y cuyo artesonado es maravilloso y la chiesa di San Francesco, como ejemplo de templo desacralizado y que en la actualidad se usa como espacio para eventos y conciertos.

En Lucca, como en otras muchas ciudades y pueblos de la Toscana que vivieron con intensidad la época medieval, recopilares los instrumentos originales de tortura desde el S. XVI hasta el S. XVIII exponiéndolos en el Museo de la Tortura.

Y para terminar pero no menos importante, si no te dan miedo las alturas ni tienes vértigo, ¿por qué no te montas en globo y sobrevuelas la ciudad?

 

Recomendaciones para fotografiar: Lucca es una ciudad verdaderamente preciosa con rincones aptos para los más exigentes fotógrafos. Piérdete en los detalles del jardín del palazzo Pfanner, sitúate en el centro de la piazza dell’Anfiteatro y da una vuelta sobre ti mismo admirando la plaza y, si no te pierdas ninguno de los miradores que las torres te ofrecen.

Recomendaciones de Eventos: Si coincides en las fechas no te pierdas las Noches Mágicas del Festival de Verano que se celebran en julio y la Fiera Internazionale del comics a finales de octubre y principios de noviembre. Es la primera en Europa en importancia y segunda en el mundo por detrás de la que se celebra en Tokyo.

Recomendaciones para comer: uno de los lugares donde comer con unas vistas privilegiadas es hacerlo en la misma piazza dell’Anfiteatro. Los precios son bastante asequibles y la comida deliciosa.

Recomendaciones para dormir: no me quedé a dormir en Lucca sino en un pueblo pequeño que está como una hora y poco más de la ciudad. El apartamento era para repetir una y otra vez justo encima de una pizzería, propiedad también de los dueños del alojamiento con lo que en las cenas no hubo problemas. Si quieres echar un vistazo, míralo aquí.

Recomendaciones para aparcar: aparqué en el Parcheggio Mazzini, todo un acierto. Sobre todo porque era cubierto.

Recomendaciones para visitar en los alrededores: acércate a Pisa o descubre las otras provincias como Pistoia o Prato que apenas se conocen. O los pueblos de Bagni di Lucca y sus termas, Borgo a Mozzano y su puente del Diablo, o visita las costas de Camaiore, Viareggio o Forte dei Marmi. Nada te defraudará, te lo aseguro.