Exilles, uno de los lugares más evocadores del norte de Italia, está ubicado en la Val di Susa y tiene una rica historia además de la belleza impactante de las montañas que lo rodean. Todavía conserva ese ambiente medieval de la época con sus antiguos lavaderos, iglesias históricas y casas de piedra con tejados de pizarra que se fue desarrollando a lo largo de los siglos a partir de un refugio de forma cuadrada. Ya se hablaba de él en época romana por la presencia de una estructura fortificada en la colina que emerge entre las gargantas: el primer núcleo del Fuerte que ahora domina la zona habitada. Y es por ello que el origen del topónimo celta exingo-magus: plaza fortificada ya hablaba de él desde sus principios. Para acceder al centro era necesario atravesar las puertas llamadas «Cour» que se abrían por los cuatro lados y que aún son visibles hoy en día. La población en el S. XIX contaba con 3.000 habitantes de los cuales 1.000 eran soldados pero a principios del S. XX, cuando obtuvo el reconocimiento del rango de «Città» mediante Real Decreto y contaba ya con 10 tabernas, 2 hoteles, oficina de correos 2 molinos, 1 aserradero, 4 panaderías, 2 carniceros, 3 herreros, 3 zapateros, 2 tiendas de ropa, 2 ferreterías y 3 mercerías. Paseando por sus calles todavía podrás ver los carteles de las antiguos negocios. La economía local está estrechamente ligada a la producción agrícola y ganadera. Ofrece al público dos espacios museísticos permanentes, una exposición sobre los Juegos Olímpicos de Torino 2006 y dos itinerarios de visita caracterizados por instalaciones escénicas de Richi Ferrero.

El Forte di Exilles es uno de los monumentos y sistemas defensivos más antiguos del Piemonte, una construcción cuadrangular fortificada con torres, caminos y almacenes externos, varios círculos de murallas defensivas alrededor del núcleo interno, una barrera externa que domina la carretera de Montgenèvre, una conexión importante entre Piemonte y Provenza.. Está situado en una posición estratégica, situado en un estrecho desfiladero a lo largo del curso del río Dora y en uno de los pasos más antiguos e importantes de los Alpes y ha sido escenario de numerosas batallas y conquistas territoriales. Está también protegido por las espectaculares montañas como las del Parco Gran Bosco di Salbertrand y el macizo de Galambra. Ya se cree que existía en tiempos de las poblaciones prerromanas aunque solo como una pequeña fortificación siendo ya importante en el S. XII, arrasado por los franceses en 1796 y reconstruido entre 1818 y 1819 por el rey de Cerdeña, que volvió a tomar posesión de sus territorios, convertido en prisión en junio de 1830, desarmado en 1915 y su armamento trasladado al frente oriental de la Primera Guerra Mundial, aunque continuó siendo utilizado como depósito y centro de reclutamiento durante la Segunda Guerra Mundial, perdiendo definitivamente todas las funciones militares al finalizar el conflicto. El acceso al fuerte es gratuito: se puede acceder al patio, a la zona del museo y al primer piso donde se encuentran los dormitorios pero la zona superior como el tejado y el ático (donde se encontraba el palomar militar de 1878), la terraza (desde donde disfrutarás de unas formidables vistas pudiendo contemplar una panorámica de todo el Alto Valle y de la ciudad de Exilles), la zona de prisión y el almacén solo se pueden visitar con la visita guiada. En el interior del fuerte destacan las zonas del Cortile del Cavaliere, un gran patio que da directamente a todas las estancias de la planta baja y la Sala del Gran Pozo que es una de las pocas estructuras que sobrevivieron a la demolición de la antigua fortaleza y era de aquí de donde se obtenía el agua dulce que garantizaba la subsistencia de los hombres y los animales. Podrás bajar también a las Prisiones. Una leyenda cuenta que estuvo allí encerrada la Máscara de Hierro entre 1681 y 1687. Se cree que era un hijo inconveniente del rey de Francia o del superintendente de finanzas Nicolas Fouquet. Solo se sabe que estuvo encerrado en la Torre Grosse con una seguridad elevada y que se pagaba una gran cifra a quienes velaban por él, alimentándose mejor que al resto de los reclusos. En 1687, la Máscara de Hierro fue trasladada a la isla de Santa Margarita en el Golfo de León y de allí a la Bastilla de París, donde murió en 1703 y fue enterrada en el cementerio de la parroquia de San Pablo. En una esplanada verde, podrás ver el símbolo del infinito, un símbolo de paz y responsabilidad con un tercer círculo central que representa el equilibrio necesario entre la naturaleza y el hombre. Es obra del artista italiano Michelangelo Pistoletto que refleja su visión del mundo. Es conocido como «El Tercer Paraíso». Esta obra explota de vida y color en julio, cuando florecen las 11.000 plantas de lavanda de montaña que están en su interior. Hoy en día, es uno de los pocos ejemplos de fortificación de montaña que aún se puede visitar en su totalidad. En verano podrás saborear toda la magia de vivir un espectáculo de teatro o un concierto directamente en el Cortile del Cavaliere, bajo un manto de cielo estrellado. Abierto de junio a septiembre, el Fuerte alberga ahora dos espacios museísticos innovadores y protagonista de numerosos eventos culturales durante la temporada de verano.

La chiesa parrocchiale dei SS Pietro e Paolo fue construida en el S. XI y es un ejemplo de fusión de estilos arquitectónicos, con un campanario del románico tardío, bicolor entre el yeso claro de las paredes y los sillares oscuros de los marcos, una portada del S. XV en gótico tardío y elementos renacentistas y barrocos. Se encuentra entre Piazza Vittorio Emanuele y Cavour. En su interior, de tres naves, hay muebles de madera de gran valor como el púlpito o los retablos realizados por maestros talladores como Chaffrey Faure o Jacques Jesse. En el exterior se puede admirar una fuente medieval que data de los Ss. XV-XVI.

La Cappella di San Rocco e San Sebastiano Martire fue construida como capilla votiva privada en 1660 gracias al cónsul Pierre Odiard. Al principio también se reunían en ella miembros de la Confraternità dei Penitenti Bianchi, conocida como «Batù». Luis Odiard di Simon tomó posesión de ella en 1735 y la restauró y siguío formando parte de la familia hasta principios del S. XX. Tras la muerte de Carlo Odiard, la propiedad pasó a uno de sus sobrinos, Alessandro Reymond, cuya familia sigue con el mantenimiento del edificio y cada 16 de agosto se celebra misa en ella. Se cree que fue construida con piedra procedente de uno más antiguo, como lo demuestran algunos bajorrelieves precristianos, tiene una mampostería que alcanza los sesenta cm de espesor, un techo de «floja» irregular sostenido por una estructura de madera y un pequeño campanario. La fachada principal, con la pequeña, puerta de acceso, está marcada por una viga horizontal de piedra con la fecha de construcción y tres cruces que representan el Gólgota, con algunas inscripciones. También es interesante la fachada norte con una ventana en arco abocinado y bajorrelieves, coronada por un lirio francés y, a un lado, dos delfines que simbolizan a los condes de Albon. El marco de piedra de la izquierda muestra un bajorrelieve que representa a la Maria Vergine, Gesù Bambino y Giuseppe con herramientas de trabajo al hombro, probablemente esculpido en un jarrón sobre el que reposa el pan de la Eucaristía. En el marco derecho otros bajorrelieves parecen representar el martirio de San Sebastiano. En la fachada oeste, el marco de piedra de la derecha muestra tres representaciones en bajorrelieve atribuibles a símbolos paganos y paleocristianos. Por último, la fachada sur, con una ventana rectangular tapiada que antiguamente servía de edículo y albergaba la estatua de San Rocco, robada al final de Segunda Guerra Mundial. El marco de piedra de la ventana tiene unos bajorrelieves, donde destaca la crucifixión invertida de San Pietro. El interior, de planta románica, tiene una sola bóveda de crucería y en el ábside se encuentra el altar histórico coronado por un cuadro con San Rocco acompañado de un perro y el mártir San Sebastiano. A los lados hay dos «penitenti bianchi» en el acto de rezar a la Madonna que muestra las Sacre Scritture. Alberga una estatua atribuida a Sant’Antonio.

La Villa Ernestina es una esplendida villa de estilo Liberty que perteneció a Ernestina Luisa Macchia Prola, la primera mujer italiana en obtener el permiso de conducir en 1907.

Recomendaciones para fotografiar: no te pierdas las vistas del pueblo y sus alrededores desde el Forte di Exilles.

Recomendaciones de eventos: la Festa di San Pietro se celebra a finales de junio mientras que en septiembre se celebra ExillesCittà con la recreación histórica de finales del S. XIX con festejos como la ceremonia del Real Decreto, danzas y música occitanas además de escenas de la vida popular, celebrando el paso de pueblo a ciudad por voluntad de Umberto I.

Recomendaciones para comer: podrás reponer fuerzas en La Quadriglia di Matteo, La Corte dei Magnioni y el Cafe il Forte.

Recomendaciones para dormir: podrás descansar en Casa – elé y Bed & Breakfast Gabriella Exilles.

Recomendaciones para aparcar: no hay lugar definido para dejar el coche, pero no tendrás problemas.

Recomendaciones para hacer senderismo: il Sapè di Exilles con su imponente fuerte tragado por la naturaleza, el Forte Pramand y la Galleria dei Saraceni en mountain bike, el Grange della Valle, el Rifugio Levi Molinari, excursiones ai 4 denti e al Gran Pertus, el Rifugio Vaccarone, Punta Chabriere, el Lago delle Monache, la Cima Sommeiller a 3333 m de altura.

Recomendaciones para visitar en los alrededores: podrás visitar pequeñas poblaciones como Cels-Rif famosa por la fortaleza de Sur Serre, Cels-Morliere y Cels-Ruinas. También Deveys donde la Cappella di San Biagio ofrece bellos ejemplos del arte gótico tardío.