Saluzzo, uno de los lugares más fascinantes del Piemonte (además de ser una de las poblaciones más antiguas), es una pequeña perla de la región, capital, además, de un marquesado que llevaba el mismo nombre y muestra todo el encanto de su antigua riqueza con su maravilloso centro gótico piemontese pintado en ladrillo rojo y piedra alpina gris azulada que se destaca entre el Po y la imponente pirámide de Monviso. El topónimo deriva del antiguo Sallis con el que los romanos identificaban a la población que ocupaba este territorio antes de su llegada hacia el siglo II a.C., al que se habría añadido el término de origen germánico hutzen, o chozas. Esta población, que en la antigüedad estaba protegida por un doble círculo de murallas, ha conservado intacto su centro histórico y está lleno de elementos arquitectónicos y urbanos de diferentes épocas. Podrás pasear por sus calles adoquinadas y usar sus escaleras para descubrir sus iglesias y sus elegantes palacios nobles. Un centro histórico lleno de callejuelas fascinantes y magníficos monumentos que dan testimonio de un pasado espléndido y rico. No te pierdas los paisajes naturales que podrás admirar desde la población: las montañas, la cima del Monviso y los valles de gran belleza. Por todo ello, Saluzzo forma ya parte del club de los «Borghi più belli d’Italia». Además es también conocido por sus actividades artesanales de talla en hierro y madera, junto por los productos alimenticios que encontrarás en la naturaleza como: castañas, avellanas y los elaborados en repostería. El periódico estadounidense USA Today lo incluyó, en 2017, entre los 11 lugares italianos para visitar antes de que se masifiquen.
Las antiguas murallas que encierran esta población y albergan la columna votiva del santo patrón de Saluzzo, San Chiaffredo. Siguen en pie todavía la Porta Vacca y la Porta Santa Maria dos de las entradas monumentales al pueblo, que están caracterizadas por el arco apuntado. Además están los «Porti Scur», unos pórticos bajos y con poca luz a los que se le suele llamar «scuri» debido a su escasa luminosidad. Fuera de las murallas están la sinagoga y la cattedrale di Santa Maria Assunta.
Una de las plazas más importantes que ver en Saluzzo es la Piazza Castello, que está dominada por la Castiglia.
La Castiglia, uno de los principales símbolos históricos y arquitectónicos de la ciudad, es un edificio que está situado en su punto más alto en sustitución del antiguo Castel Soprano. Esta poderosa fortificación, que se puede observar desde cualquier punto de la ciudad, fue construida a finales del S. XI y más tarde reforzada. Se trata, realmente, de un conjunto de torres, pasos a nivel y Torre del Homenaje bien conectados entre sí y que a lo largo de los siglos ha protegido la ciudad. El Marchese Tommaso I lo convirtió en residencia fortificada en 1270, Ludovico II lo fue transformando en casa señorial durante el S. XV, para adaptarlo como edificio digno de las cortes italianas de la época (aunque de este tiempo quedan muy pocos restos: algunos en la torre circular y parte de otros frescos conservados en la Casa Cavassa), en el S. XVIII se convirtió en prisión siendo así hasta 1992. Hoy en día alberga: el Museo della Civiltà Cavalleresca y el Museo della Memoria Carceraria. El edificio también alberga una importante colección de arte contemporáneo comisariada por el Istituto Garuzzo per le Arti Visive, mientras que en el segundo piso a menudo se albergan interesantes exposiciones temporales. Para terminar, decir que la Castaglia está incluida en la red de Castelli Aperti del Basso Piemonte.
El Museo della Civiltà Cavalleresca cuenta los aspectos más destacados de la identidad cultural del Marchesato di Saluzzo a través de exposiciones multimedia. Cada una de las once salas se centra en un aspecto o un momento importante de la historia del Marchesato. Se hacen sobresalir algunos personajes que, con sus acontecimientos personales, influyeron en la vida del Marchesato y sus relaciones con los demás estados italianos de la época.
El Museo della Memoria Carceraria es muy diferente y sus exhibiciones tienen un impacto emocional. Este museo pretende recorrer la historia del edificio como institución penitenciaria, caminando así entre las celdas, gracias a las pantallas multimedia que cuentan las historias de algunos presos para así comprender la evolución tanto del régimen penitenciario como de las políticas coercitivas.
El Antico Palazzo Comunale y su Torre Civica fueron construidos por el Marqués Ludovico I entre 1440 y 1442. Aquí se reunían los gobernantes de la ciudad a partir del S. XV. La planta baja alberga un restaurante donde podrás degustar platos típicos y en el vestíbulo del segundo piso encontrarás la Pinacoteca Matteo Olivero donde podrás ver muchas de las obras del pintor que desarrolló un estilo muy interesante y persona entre los Ss. XIX y XX. Muchas de ellas se inspiran en el movimiento puntillista del que formaban parte sus amigos Pellizza da Volpedo y Giovanni Segantini. En su mayoría representan los paisajes montañosos al pie del Monviso y llaman especialmente la atención los cuadros con escenarios nevados, donde la blancura de la nieve adquiere los mil matices que le otorgan las luces y las sombras y es por ello por lo que le dieron el sobrenombre «pittore delle nevi». También son de notable valor sus retratos realistas donde se puede comprender su notable sensibilidad para comprender los estados de ánimo de aquellos a quienes representaba. La Sala de Reuniones tiene un techo con artesonados que data del S. XV y que es el lugar donde se reunían los gobernantes de la capital del pequeño estado al pie del Monviso. Desde su Torre Civica, también conocida como Torre del Comune, fue construida con fines de defensa y avistamiento. Está íntegramente realizada con ladrillos rojos y su estructura es maciza y esbelta con una base cuadrada. Mide 48 m y, tras sus 130 escalones, podrás disfrutar de una vista panorámica del pueblo, de la colina hasta la llanura y los Alpes a lo lejos. Es uno de los pocos ejemplos de construcción renacentista en el Piemonte. En la cima muestra una serie de arcos de medio punto, coronados por una cúpula, añadida en 1556, que protege una campana histórica. Fue restaurada en el S. XIX y en 1993 fue objeto de una restauración conservadora que permitió restaurar la escalera interior.
Los edificios religiosos más importantes que ver en Saluzzo son el Duomo di Santa Maria Assunta, la chiesa di San Giovanni, el Convento di San Bernardino, el Monastero dell’Annunziata del S. XVIII que hoy alberga la Fondazione Scuola di Alto y la Capella di San Lorenzo que fue construida en el S. XI y fue una de las primeras que se construyeron cerca del castillo por orden de los poderosos marqueses.
El Duomo di Santa Maria Assunta fue construida entre 1491 y 1501 por orden de Ludovico II en el lugar donde estaba la antigua iglesia y fue elegido obispado en 1511. Su estilo es gótico tardío y fue remodelada en el S. XIX y está ubicada en las afueras del centro histórico. Mide 82 m de largo y 30 m de ancho con una altura de 21 m en su nave central. Su fachada de ladrillo está dividida por tres pilastras que anticipan el aspecto interior de otras tres naves que culminan en un ábside poligonal. En ella destaca una gran escalera que precede a las tres puertas, de las cuales, la central está coronada por un gran frontón de terracota esculpido mientras que las laterales tienen lunetos en cuyo interior están representados los santos patrones de la ciudad: San Chiaffredo y San Costanzo. Su interior conserva, bajo las bóvedas de crucería, valiosas estatuas de madera que datan de la época medieval junto con otras obras del S. XIX que logran combinarse a la perfección. Entre ellas destacan «L’Adorazione dei Pastori» de Sebastiano Ricci en el altar de la Natività y el políptico del S. XVI de Han Clemer, el «Maestro d’Elva» en la Cappella del Santissimo Sacramento. No te pierdas el púlpito del S. XVII decorado con bajorrelieves o el crucifijo de madera que data del S. XIV o el altar mayor de estilo barroco y decorado con once estatuas obras del escultor Carlo Giuseppe Chiura y sus colaboradores.
La chiesa di San Giovanni fue construida en 1281. Es un espléndido ejemplo de arquitectura gótica. Tras una fachada sencilla que cuenta con un gran fresco de San Cristoforo aunque es una falsificación histórica pintada en el S. XX. No te pierdas su rosetón central que ilumina el interior de la iglesia. Se baja por una espectacular escalera de piedra y se llega al nivel de las tres naves con bóvedas de crucería. Entre las obras más interesantes destaca inmediatamente a la izquierda la Cappella di San Crispinio e San Crispiano que presenta hermosos frescos de finales del S. XV relacionados con las historias de la Pasión de Cristo. En el ábside, detrás del altar hay un monumental tabernáculo de madera dorada del S. XVII y allí podrás ver las tumbas de los marqueses de Saluzzo en el interior de la Cappella Funeraria dei Marchesi di Saluzzo que fue construido entre mediados del S. XV y principios del XVI y está totalmente revestido de piedra gris con inserciones de piedra verde además de considerado como una de las obras maestras del arte gótico de Borgogna. Bajando otras escaleras encontrarás la Cappella Cavassa decorada con frescos de principios del S. XVI y a la que se accede desde su claustro, que está rodeado de columnas en cuyos capiteles están esculpidos los escudos de las familias mas importantes del marquesado. También podrás ver el monumento fúnebre de Galeazzo Cavassa en mármol blanco. En su exterior destaca el campanario románico del S. XIV.
El Convento di San Bernardino fue fundado en el S. XV por los Frati Minori Osservanti y su construcción se inició enn 1459 gracias a la ayuda del Marchese Ludovico II di Saluzzo. Se encuentra a las afueras del centro histórico. Su fachada es bastante sobria con una portada sencilla y un gran ventanal central que ilumina el interior.
El resto de edificios civiles que ver en Saluzzo son la Casa Cavassa, y Museo Civico di Casa Cavassa, la Casa Natale di Silvio Pellico, la Villa Belvedere y el Palazzo delle Arti Liberali.
La Casa Cavassa es una residencia renacentista restaurada y amueblada en el S. XIX además de uno de los más bellos ejemplos de palacio medieval y renacentista de la ciudad Estuvo habitada por los marqueses de Saluzzo hasta 1464. Su fachada presenta varias decoraciones de terracota y frescos, mientras que la rica portada de mármol blanco enmarca una preciosa puerta de madera tallada, que se abre a un patio enriquecido con preciosas pinturas. En su interior hay frescos y pinturas y también la famosa obra de Hans Clemer: el «Retablo de la Misericordia» que es del S. XVI. Famosa por ser el hogar de Galeazzo Cavassa y su hijo que fueron quienes la embellecieron con obras de arte de gran valor. Su lema era «Droit Quoy Quil Soit» que se traduce como «justicia a toda costa» y se puede ver reproducido en mucho lugares del palacio. En la planta calle podrás ver la Sala della Giustizia en cuyo interior hay espléndidos frescos de inspiración mantovana y ferrarese con representaciones de hombres y ilustres y las nueves musas. Las decoraciones en grisalla de las hazañas de Ercole del primer piso, obra del pintor flamenco Hans Clemer son también del Renacimiento. Los frescos fueron restaurados en 1883, cuando compró el edificio Emanuele Tapparelli d’Azeglio y también muebles y obras de arte de la época en el mercado de antigüedades. A su muerte, Tapparelli lo donó al Municipio de Saluzzo para convertirlo en museo y lugar de fiestas. Casa Cavassa también forma parte del sistema de Castelli Aperti del Basso Piemonte. Hoy en día, alberga el Museo Civico di Casa Cavassa.
El Museo Civico di Casa Cavassa está ubicado en Casa Cavassa. En su interior hay obras de arte y numerosos frescos en las paredes y techos artesonados de madera. Destaca el retablo de la Madonna della Misericordia, obra maestra de Hans Clemer realizada en 1499 además del coro de madera del gótico tardío de la Cappella Marchionale di Revello. El museo muestra una notable colección de muebles de época, hallazgos arqueológicos.
La Casa Natale di Silvio Pellico está situada en la Piazza Mongagli y es un edificio medieval profundamente vinculado a la vida y obra de Silvio Pellico, ya que fue el lugar de su nacimiento (25/06/1789) e infancia. El Comune di Saluzzo se la compró al profesor Silvio Einaudi. La casa-museo fue inaugurada en 2011 con motivo del 150º aniversario de la Unificación de Italia. En su interior se exponen numerosos recuerdos y manuscritos donados por la hermana de Silvio Pellico en 1858 así como reproducciones de los frontispicios de «Le mie prigioni» y la reconstrucción del estudio del escritor. Y desde el 2013 forma parte del circuito de la Associazione Nazionale Case della Memoria.
La Villa Belvedere fue construida en el S. XIV y está situada en una posición panorámica. Los marqueses de Saluzzo la utilizaron como pabellón de caza y luego como residencia. Tras ellos, fue elegida por el gobernador Ludovico Birago quien le dio su aspecto actual con grandes salones decorados con frescos y un gran jardín romántico. A principios del S. XVIII, la villa pasó a ser propiedad de la familia Radicati di Marmorito que la conservó hasta 1977, cuando fue donada al Comune di Saluzzo, que la incluyó en su itinerario cultural y en el sistema de los Castelli Aperti del Basso Piemonte.
El Palazzo delle Arti Liberali fue construido a finales del S. XV encargado por el Marchese Ludovico II para alberga la Accademia Saluzzese. En la fachada se representan de forma alegórica las artes del trivium (gramática, retorica y dialéctica) y del quadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía), creadas con la típica técnica de la «grisaille».
El Giardino Botanico di Villa Bricherasi es un espléndido jardín de aproximadamente 12.000 m2 donde podrás hacer el «Giro del mondo» para descubrir la biodiversidad con miles de plantas, flores y especies únicas que han encontrado su hábitat perfecto.
Si eres fan del proyecto Big Bench, no te pierdas la Panchina Gigante Nº 20, que es de color ocre. Esta en concreto está Costigliole Saluzzo, a unos 15 min en coche.
Recomendaciones para fotografiar: no te pierdas la subida a la torre cívica de 48 m de altura, desde donde podrás disfrutar de una vista panorámica del pueblo, de la colina hasta la llanura y de los Alpes a lo lejos. Además, las vistas desde la Panchina Gigante Nº 20 son formidables.
Recomendaciones de eventos: el Mercato delle Donne se celebra todos los sábados; también está la Fiera di Sant’Andrea; la Marcà d’le fomne, cada mañana, con los agricultores de las laderas vendiendo frutas y verduras de temporada; el Festival Occit’Amo; y finalmente Il Marchesato Opera Festival, dedicado a la música antigua.
Recomendaciones para comer: los mejores restaurantes que encontrarás en la zona son Le Quattro Stagioni di Casa Sassone, Taverna San Martino, Taverna dei Porti Scur, Trattoria i Quat Taulin, Alkimia, Locanda Corona di Ferro, Ciabot dei Bucanevi y, si quieres gastar un poco más, puedes acercarte a Castellana San Giovanni.
Platos Recomendados: no dudes en probar la Gallina Bianca di Saluzzo, la Nostrale e la Toma d’Elva, Riso al Barolo, Riso alle castagne, lo stracotto. También tienes numerosos quesos como el Castelmangno DOP, el Toumin da Mel; los Saluzzesi al Rhum, las Dolcezze alla nocciola, la Torta di Gianduia y las Castellane. Prueba vinos como Pelaverga DOC, un vino tinto muy interesante que muchas veces se confunde con Pelaverga di Verduno o Quagliano.
Recomendaciones para dormir: podrás descansar en Sant’Anna, Hotel Persico, Attico Saluzzo Centro 2, B&B Luci di Stelle, Agriturismo Camisassi, Villa Mariana Bed and Breakfast, Attico Salucco Centro 4, Affittacamere Al 19, Domus Aurea, Luci di Stelle y La Stanza dei Sogni.
Recomendaciones para aparcar: podrás dejar el coche en Parcheggio Follone.
Recomendaciones para hacer con niños: seguro que se divierten sintiéndose diminutos en la Panchina Gigante Nº 20.
Recomendaciones para visitar en los alrededores: acércate a poblaciones como Balma, Boves o Castellar, un borgo incantato o a lugares como la Abbazia di Staffarda o la Fortezza del Castello della Manta que es de origen medieval y que pertenece a FAI.