Alba, cuyo nombre significa «Città Bianca», se levanta en gran parte en la margen derecha del río Tanaro, en una zona llana rodeada de colinas repletas de viñedos. Es una de las joyas de la corona de la zona de las colinas de las Langhe, de la provincia de Cuneo y de toda la región del Piemonte por ello se encuentra entre las ciudades más conocidas gracias también a las innumerables atracciones y eventos que realizan cada año. Es por todo esto que esta zona fue incluida en 2014 junto con Roero y Monferrato en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Alba destaca por su agricultura de gran calidad, pero en los últimos años también ha destacado por su tejido empresarial diversificado. Además, se la conoce como la «Città delle Cento Torri», por todas las torres que fueron construidas en época medieval. En su centro histórico podrás pasear por Via Maestra, el corazón de la ciudad, o Via Cavour, una de sus principales arterias.

A Alba, como ya he dicho antes, se la llama «la città delle cento torri« debido al gran número de ellas construidas entre los Ss. — con fines defensivos. De todas las que hubo, quedan pocas hoy en día (algunas de ellas fueron demolidas y otras rebajadas o incorporadas a los edificios de alrededor, y entre ellas destacan la Torre Bonino, la Torre Astesiano y la Torre Sineo. La mayoría de todas ellas fueron construidas entre los Ss. XIII y XV, cuando la ciudad se ampliaba y ganaba importancia como centro comercial y cultural. Eran usadas como vigía, como señal de poder y como medio de comunicación. Desde ellas podrás tener unas magníficas vistas.

El Palazzo Comunale, uno de los edificios más representativos de la ciudad, está situado en la Piazza Risorgimento, el corazón de la ciudad y se construyó sobre construcciones romanas preexistentes y remodelado varias veces a lo largo de los siglos. En su interior, las paredes de la escalera principal se pueden admirar algunos frescos que originalmente pertenecieron a la chiesa di San Domenico, entre ellos destacan una Pietà de finales del S. XIV y una Adorazione dei Magi. Destacan la Sala Consigliare donde también se encuentran algunas pinturas notables como una tabla que representa a la «Vergine con il Bambino» de Macrino d’Alba y que data de 1501 y un retablo del S. XVII con la «Madonna e Bambino entre San Giuseppe e Sant’Anna» y el Concerto atribuido al pintor italiano Mattia Preti datado en 1647. Otras obras son «Lichene Spregiudicato» de Pinot Gallizio.

La Cattedrale di San Lorenzo, patrón de la ciudad, está situada en Piazza Risorgimento y es uno de los edificios más importantes de la ciudad. Fue reconstruida entre 1485 y 1517 por orden de Andrea Novelli, obispo de la ciudad y es aquí donde podrás admirar su lápida, obra del escultor Antonio Carloni. A lo largo de los siglos ha sufrido varias reformas, como las del S. XVI y XVII, o 1867 y 1878, hasta que en 2009 se construyó el nuevo presbiterio. Su estilo es gótico, con formas gótico-lombardas. Su fachada domina el centro histórico de la ciudad. El interior, dividido en tres naves, se caracteriza por espléndidos colores como azul, dorado, beige y marrón. Dentro podrás admirar el magnífico altar mayor, los vitrales que cuentan historias bíblicas y una variedad de obras de arte que datan de la Edad Media, su bóveda de crucería está maravillosamente pintada con un cielo estrellado y no te pierdas las distintas capillas laterales. También podrás ver el famoso políptico de Macrino d’Alba, una obra de arte del S. XV que representa a la Madonna con Bambino e Santi, el «Battesimo di Gesù» de Claudio Francesco Beaumont o un precioso coro de madera tallada entre 1512-1517. Del antiguo edificio quedan el campanario del S. XIII y que fue modificado en 1477 que tiene formas románicas con ventanas de doble parteluz, las tres portadas que fueron realizadas en la segunda mitad del S. XI, el pórtico de la fachada principal y la cripta.

El resto de las iglesias son: la chiesa di San Domenico Mostre, la chiesa di Santa Maria Maddalena, la chiesa di San Giuseppe, la chiesa di San Giovanni Battista y la Parrocchia de los Santos Cosma e Damiano.

La chiesa di San Domenico Mostre fue construida entre los Ss. XIII-XIV con estilo gótico gracias a un terreno donado por Pietro De Brayda. Se dice que el edificio fue utilizado por Napoleón como establo para sus caballos y reconstruida en los años 70 gracias a la intervención de la «Familia Albèisa». La fachada, con una única puerta de entrada, está realizada con ladrillo visto con dos grandes ventanales laterales y un lucernario central. Su interior alberga algunos frescos de los Ss. XV al XVI. Hoy en día se utiliza principalmente para albergar exposiciones, encuentros culturales y conciertos gospel.

La chiesa di Santa Maria Maddalena fue reconstruida en 1749 sobre una anterior y diseñada por Antonio Bernardo Vittone con estilo barroco piemontés, todo por voluntad del conte Carlo Giacinto Roero. Su fachada, sin terminar, está realizada con terracota y el resto está caracterizado por líneas y curvas haciendo un guiño al Palazzo Carignano de Torino. El interior, de planta elíptica, conserva la urna de la Beata Margarita de Saboya y un crucifijo gótico de nogal del S. XVI. Detrás del altar se encuentra el valioso coro de monjas realizado en madera donde se celebran conciertos y muestras. Aquí podrás admirar maravillosos frescos del S. XVIII.

La chiesa di San Giuseppe fue construido en 1643 por orden de la Confraternità dei Pellegrini. Es de estilo barroco. En el exterior también se puede ver el campanario construido con paredes de ladrillo vista al que se puede subir a contemplar las vistas de la ciudad. En su interior hay varios tesoros para admirar: la bóveda, decorada con un ciclo de frescos creados entre 1720 y 1721 por el cuadraturista de Lugano Vittore de Nicola y Carlo Posterla, la estatua de madera de San Giuseppe, una obra de Stefano Maria y Giuseppe Maria Clemente que data de 1742-43, el órgano del S. XVIII construido por los hermanos Concone de Torino, las excavaciones arqueológicas con un recorrido que atraviesa literalmente la propia estructura del edificio. Acoge también exposiciones como la de Presepi.

La chiesa di San Giovanni Battista, de la que no se sabe a ciencia exacta su construcción pero sí que aparece en documentos a partir del S. XVI, se cuenta entre las iglesias más antiguas de Alba. Está situada en Piazza Pertinace y es una pinacoteca de Arte Sacro. En su interior destaca una Adorazione de Macrino d’Alba que data de 1508.

La Parrocchia de los Santi Cosma e Damiano fue construida en el S. XVIII con estilo barroco sobre los restos de antiguas murallas romanas y reconstruida en 1760. En la parte superior de la fachada hay un gran ventanal rectangular bajo el cual hay una inscripción con el nombre de los santos.

No te pierdas la Torre dell’Orologio, situada en via Maestra, que es una atractivo de la localidad. Es el lugar donde suelen reunirse todos los habitantes de la ciudad.

La Casa di Beppe Fenoglio es una de las diversas personalidades vinculadas a Alba. Era un escritor, partidario, traductor y dramaturgo italiano nacido el 1 de marzo de 1922. Aquí escribió la mayor parte de sus obras y donde se encuentra el espacio dedicado a su vida, a la ciudad y a las Langhe, a través de fotografías, documentos y textos extraídos de sus obras, además de primeras ediciones de sus obras. La casa cuenta con tres plantas y también otra dedicada a Pinot Gallizio, pintor de origen albanés e inventor de la pintura industrial.

Las plazas más importantes que ver en Alba son: la Piazza San Giovanni, donde las piedras antiguas cuentan historias de Alba Pompeia y del emperador Elvio Pertinace; la Piazza Risorgimento, también llamada Palio deglio Asini, en el centro histórico de la ciudad, donde podrás ver la Cattedral di San Lorenzo y el Palazzo Comunale; y la Piazza del Duomo, también llamada Piazza Pietro Rosetti.

No te pierdas Alba Sotterranea, en compañía de un arqueólogo profesional para descubrir las raíces histórica de la ciudad. Es una forma inusual de conocer una parte concreta de Alba como el antiguo templo, el teatro y el foro romano, así como la primera pila bautismal y las desaparecidas torres medievales ya que la ciudad es el resultado de muchas reconstrucciones puesto que la ciudad medieval se levanta sobre los restos de la romana. Las excavaciones se pueden visitar y dan el recorrido histórico de los últimos dos mil años de esta ciudad, que tuvo Cento Torri y que aún se conoce con este nombre. Hoy en día, buena parte de los hallazgos encontrados unos metros debajo de calles y aceras conforman el rico patrimonio del Museo F. Eusebio. Para los fanáticos de la historia y los misterios ocultos, este sendero arqueológico serpentea bajo tierra en la ciudad, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar vestigios de épocas pasadas. En este recorrido será posible descubrir cimientos antiguos de edificios, necrópolis y otros hallazgos que cuentan la historia milenaria de Alba.

El MUDET o Museo del Tartufo es un museo dedicado a la historia de la trufa. Cuenta con 530 m2 y está situado dentro del Cortile della Maddalena. Es un lugar ineludible para quienes quieran profundizar en su conocimiento y ofrece un recorrido interactivo que explora todo el ciclo de la trufa, desde su búsqueda en el bosque hasta su transformación en platos gourmet. Los visitantes pueden descubrir técnicas de recolección tradicionales gracias a exhibiciones detalladas que resaltan la importancia de las trufas en la cultura culinaria local. Además, el museo ofrece la posibilidad de participar en catas guiadas, donde se podrán degustar diferentes variedades de trufas maridadas con vinos locales.

El Museo Civico di Archeologia e di Scienze Naturali «Federico Eusebio» fue fundado en 1897 y muestra una importante colección arqueológica que va desde el Neolítico hasta la época romana, además de una sección de naturaleza. El museo está dividido en dos secciones: arqueológica con más de 1.000 hallazgos, entre ellos una tumba que data de la Edad del Cobre y la de ciencias naturales que tiene diversos subapartados como geológico, botánico, zoológico y antropológico.

No te olvides de entrar al Antico Caffè Calissano, un local histórico situado bajo los soportales del lado del Duomo. Este lugar fue fundado en la segunda mitad del S. XIX por Luigi Calissano y tuvo clientes como Cesare Pavese, Beppe Fenoglio o el pintor albanés Pinot Gallizio.

Parte de las antiguas murallas son visibles durante un paseo por el centro histórico. La circunvalación de Alba traza su recorrido y se podrán ver las torres.

El Istituto de Istruzione Superior di Stato «Umberto I», llamada también Scuola Enologica di Alba, es un instituto de formación profesional que imparte enseñanza de enología y viticultura, además está considerada como una de las más importantes de Italia y de Europa. Fue fundada en enero de 1881 como parte del proyecto de reforma agraria del Reino de Italia para proporcionar formación a los viticultores de Langhe. El principal objetivo era conocer y combatir las enfermedades de la vid y dar la posibilidad a los agricultores que se dedicaban a la viticultura de progresar en las técnicas y economía de su producción y comercialización del producto. Ofrece diplomados en enología, cursos de especialización en viticultura y cursos de formación continua para profesionales del sector.

El resto de los monumentos que ver en Alba son: el Monumento a Publius Elvius Pertinax, la Scultura di Valerio Berruti, el Monumento ai Caduti nella «Grande Guerra» y el Monumento dell’Associazione Alpini Gruppi d’Alba.

El Monumento a Publius Elvius Pertinax para recordar al emperador romano nacido en Alba Pompeia que reinó menos de noventa días, desde enero a marzo de 193 d.C. ya que fue asesinado. El monumento representa el busto del emperador y se encuentra en la plaza del mismo nombre, Piazza Pertinace.

La Scultura di Valerio Berruti es una escultura de más de 12 m de altura y fue colocada en el centro de la Piazza Michele Ferrero el día di San Michele. La escultura es de acero inoxidable, pero delgada y poco voluminosa, está colocada sobre una fuente circular y representa a una niña.

El Monumento ai Caduti nella «Grande Guerra» está dedicado a los caídos de la Primera Guerra Mundial y se encuentra en un jardín público. El monumento es alto y en la parte inferior están insertados los nombres de las víctimas.

El Monumento dell’Associazione Alpini Gruppi di Alba es un hito histórico de la ciudad y consta de un soldado alpino de pie junto a un caballo. Recuerda el sacrificio de muchas tropas alpinas, pero sobre todo de los 13.500 jóvenes que murieron durante la Segunda Guerra Mundial.

Curiosidades: aquí encontrarás la sede de Ferrero.

Recomendaciones de eventos: la «Fiera del Vino Alba» se celebra en abril y aquí destacan los vinos Langhe, Roero y Monferrato y en Cortile della Maddalena se presentan las grandes añadas de los Vinos del Langa además de la gastronomía local; en mayo se celebra «Feste Fiorite» con mercado gastronómico y vinícola. «Alba Music Festival» que se celebra en verano; en verano también se celebra «Vinum», un festival dedicado a la gastronomía y los vinos de Langhe, Roero y Monferrato; en otoño se celebra «Fiera Internazionale del Tartufo Bianco» empieza con el «Palio degli Asini», una carrera que tiene su origen en la historia de la rivalidad entre Asti y Alba.  En diciembre le «Luci del Natale».

Recomendaciones para comer: los restaurantes donde podrás probar los platos típicos de la zona son Momenti Gourmet, Osteria Moderna, Cortiletto D’Alba, Agriturismo Cascina Abate, Osteria del Vicoletto, L’Inedito Vigin Mudest y Il Trittico Osteria. Además podrás disfrutar de estos dentro de la Guía Michelín: Hostaria Dai Musi y la Osteria dell’Arco, e incluso uno de tres estrellas como Piazza Duomo.

Platos Recomendados: no dejes de probar los Tajarin al burro, la carne cruda all’albese, que son trozos de ternera piamontesa condimentados con aceite, pimienta y hojuelas de parmesano, el vitello tonnato, el flan di verdure, los ravioli di carne mista, la bagna cauda, il fritto misto, la finanziera, una receta campesina a base de despojos, la tradicional Bonet, la Torta di nocciole, el Topinambur o incluso los Agnolotti del Plin o el risotto al Barolo. Como alimento destaca il Tartufo Bianco di Alba y las avellanas del Piemonte IGP. Acompañados todos ellos por los vinos de renombre como el Barbera d’Alba DOC, el Dolcetto d’Alba, Nebbiolo DOC y como DOCG está el Barbaresco, Moscato y el Barolo. Por toda su cocina, Alba fue reconocida en 2017 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como Città Creativa por la Gastronomía.

Recomendaciones para dormir: podrás descansar en alojamientos como «Albavillage Hotel Wellness & Camping», «B&B Hotel Alba», «Incantevole Appartamento Monolocale Alba 4», «Cristallo Camere», «il Seminario», «La Pajassa», «Residence Caffé Savona», «B&B Mary», «Ro-Mi Room» y «10mt dal Duomo Ca del Duomo».

Recomendaciones para aparcar: podrás dejar el coche en «Parcheggio Piazza Urbano Prunotto», «Parcheggio Via Generale Carlo Alberto dalla Chiesa», «Parcheggio Via Santa Barbara».

Recomendaciones para hacer con niños: los niños se divertirán visitando el centro histórico con la Caccia al Tesoro, laboratori creativi al Museo Civico, Picnic nel Parco della Maddalena. Museo Civico Archeologico e di Scienze Naturali Eusebio.

Recomendaciones para hacer senderismo: trekking entre viñedos, disfrutar del Palla Pugno, un deporte antiguo y aún muy popular en la zona en el Sferisferio.

Recomendaciones para visitar en los alrededores: podrás admirar las Colline delle Langhe reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Castello di Grinzane Cavour, las Area Archeologica del Turriglio, Cuneo, Asti, Barolo, Neive, Tour dei Vigneti del Monferrato, La Morra donde tienes un importante mirador, Torino, Coazzolo y su iglesia, Roddino y el Castello di Serralunga d’Alba, Diano d’Alba, Montelupo Albese, Serralunga d’Alba, y Mango.