Rosazza es un pequeño pueblo considerado por muchos el más misterioso de Italia. Ello se debe a que fue Federico Rosazza Pistolet, una figura ilustre del S. XIX italiano y miembro de la Giovanne Italia Mazziniana y del Senato del Regno que, tras la muerte de su mujer y su pequeña hija, regresó a su pueblo natal y lo construyó de nuevo a partir de 1883. Federico Rosazza y Giuseppe Maffei, el arquitecto que le ayudó en su proyecto, eran muy cercanos a la Masonería por lo que el nuevo pueblo contó con todo tipo de simbolismo masónico. Aquí entra la leyenda que dice que se dejaron llevar por los consejos que los espíritus les indicaban en sus sesiones. Rosazza, al que se asocia el pueblo de francés de Rennes-Le-Chateau, es un centro con orígenes muy antiguos puesto que ya aparece de forma algo repentina apenas empezado el S. X, como una mezcla de razas y culturas, pueblos mediterráneos del sur que se mezclaron con los celtas del norte para luchar juntos contra el duro clima montañoso. Rosazza pertenece a la zona del Valle Cervo, en la provincia de Biella, una franja de tierras altas en la frontera entre Piemonte y Valle d’Aosta. En los alrededores se disfrutan de una vistas naturales que representan la extrema belleza de la zona, especialmente durante el otoño y sus colores o el paisaje blanco en invierno.

El Castello fue construido entre 1883 y 1889 como residencia de verano por el arquitecto Giuseppe Maffei. Se caracteriza por la torre Ghelph que fue lo primero en levantarse. Y tras ella el resto del edificio. El castillo también está lleno de elementos esotéricos como la creación de falsas columnatas, con el único fin de recordar la atmósfera de templos antiguos como los de Paestum, la Loggia , además de aparecer en sus muros elementos masónicos en muros y columnas como estrellas de cinco puntas, rosas. Con todo ello, quieren hacer referencia al tema de la estética de la ruina. El castillo cuenta con un jardín que se conserva casi intacto. Tiene un arco de piedra como entrada, similar al de la ciudad de Volterra (construcción etrusca del S. IV a.C.), lleno de valiosos y muy característicos frescos, donde también se encuentran las cabezas de tres mujeres del valle con una estrella de cinco puntas en el pelo. Hubo una reproducción en miniatura de las ruinas de Paestum pero, por desgracia, fueron arrastradas por una inundación del torrente Pragnetta que también se llevó una de las esculturas que rodeaba la fuente del jardín y cuyos restos están al lado del municipio.

La Parrocchia di Rosazza, dedicada a Sant’Eusebio, fue construida a finales del S. XIX sobre los restos de una antigua iglesia cristiana. En este caso también fue su arquitecto Giuseppe Maffei y quien la pidió Federico Rosazza por lo que también cuenta con simbología masónica: el suelo de la iglesia tiene forma de tablero de ajedrez, la bóveda tiene frescos que recuerdan a un cielo estrellado donde se ven claramente las constelaciones la Osa Mayor y Menor, la Vía Láctea y la Cruz del Sur. Hay elementos esotéricos como estrellas de cinco puntas, rosas e incluso alguna esvástica, cuya simbología antigua es la fertilidad femenina y estaba vinculada a un antiguo culto galo. No te olvides de observar la «Porta dei Giusti». En la plaza  hay un busto que representa al benefactor: Federico Rosazza. Esta iglesia estaba conectada con el Valle del Cervo, el Santuario di San Giovanni y el Tempio della Vergine Nera di Oropa.

El Palazzo Comunale fue construido entre 1880 y 1881, su arquitecto fue Giuseppe Maffei y es otro ejemplo de arte esotérico típico de Rosazza. El edificio se enriquece con algunos balcones, la columnata de piedra y una escalera de mármol blanco tiene elementos de decoración de simbolismo masónico como: .También destaca la torre dell’orologio construida en estilo gibelino, uno de los iconos de Rosazza. Su arquitectura nos muestra que no es un típico pueblo de montaña. También hay esculturas en forma de caballeros con armadura colocadas en las esquinas a modo de bordillos. Originalmente fue construido para albergar la sede del Municipio di Piedicavallo aunque tras la autonomía de Rosazza en 1906, se decidió que fue el Comune de la población. Se dice que fue utilizado para las reuniones masónicas.

La Casa-Museo transmite la memoria de la artesanía y las tradiciones montañesas. Fue construida en el S. XVIII en el centro de la ciudad, dentro de algunos edificios deshabitados restaurados a mediados del S. XIX por el municipio. Forma parte de la Red de Ecomuseos de Biella y constituye un gran tesoro para conocer mejor la realidad de esta parte del Piemonte. Se ha convertido en testimonio del alto nivel alcanzado por los habitantes del pueblo en el tradicional oficio de albañil y cantero. Tiene una exposición permanente de objetos, muebles, vestimentas y tradiciones de los valles circundantes. El museo abarca cuatro pisos y quince salas.

El Cimitero Monumentale fue construido en 1875 por orden de Federico Rosazza trasladándose a la margen izquierda del río Cervo y accediendo a él a través de un gran puente de piedra de tres arcos ordenado también por él. Se rumorea que el traslado tuvo lugar tras una sesión a la que el senador acostumbraba a asistir y en las que era aconsejado por guías espirituales. En sí es muy evocador gracias a las estatuas que allí fueron colocadas. El cementerio está dividido en cuatro niveles conectados por una escalera monumental. En el tercer piso hay una capilla destinada a funciones religiosas.

Curiosidades: Rosazza está lleno de fuentes repartidas por todo el pueblo como la Fontana della Vita y numerosos símbolos masónicos como las numerosas rosas talladas en piedra, estrellas de cinco puntas, relojes de arena… En las calles internas podrás encontrar fuentes «parlantes» llamadas así por llevar grabados mensajes tales como frases o historias moralizantes para los viajeros. 

Recomendaciones para comer: podrás reponer fuerzas en el Ristoro La Valligiana, pero también podrás acercarte a la capital, Biella, y allí entrar a Caffe Ristoro Stazione Cucco e La Civetta, Due Cuori, Menabrea, Ristodrogheria Doppio Zero y en la lista Michelin, la Trattoria alla Cisterna.

Recomendaciones para dormir: en Biella encontrarás RaMaya, casa d’artista, Monolocale in centro, Suite del pirata, Appartamento Homemade, Santuario di Oropa, B&B Sans ègal, B&B Alpaca Biella, Guest House Cascina Belsito, Quick Home – Interno 45, QuickHome Appartamento Edera y Sweet Home.

Recomendaciones para aparcar: no hay un aparcamiento específico pero no tendrás problemas para dejar el coche.

Recomendaciones para hacer senderismo: Cammino di San Carlo, una reconocida ruta histórico-artística que sigue las huellas de Biella de San Carlo Borromeo desde Arona a la Vía Francigena. Además podrás hacer escalada deportiva en dos lugares: el primero después del puente sobre el arroyo, antes del cementerio y se accede a él a través de una escalera de piedra; es un peñón utilizable en todas las estaciones, con paradas equipadas con cadenas, mosquetones y cabos de dry-tooling. El segundo es el Boulder Rosazza, que se encuentra a la entrada del pueblo junto al club de tenis a la derecha. Una vez pasada la iglesia y el puente, se entra por la calle Federico Rosazza y se llega a un aparcamiento. El camino al final del aparcamiento conduce a la escalada en Boulder.

Recomendaciones para visitar en los alrededores: podrás acercarte a Torino, Biella, el Santuario di Oropa, uno de los más importantes complejos arquitectónicos religiosos del Piemonte que está dedicado a la Madonna Nera rodeado por el anfiteatro natural que ofrecen las montañas que forma parte del Sacro Monte, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que está inmerso en un paisaje montañoso de rara belleza; por último, el Bosco del Sorriso, donde pasear por sus senderos del bosque de hayas, abedules y abetos o detenerse en el Eremo di Maria o degustar las especialidades en la Locanda Bocchetto Sessera.