Te propongo tres pueblos increíbles sobre las aguas del Lago Maggiore de los que podrás disfrutar si haces una escapada al norte de Italia. Y dos más que están muy cerca de ellos.
ARONA
Si Arona tiene algo que no tiene casi ningún otro pueblo de Italia, es la estatua más alta de todo el país: el SanCarlone. Una estatua homenaje al arzobispo de Milán que nació aquí. San Carlo Borromeo. Concretamente nació en la Rocca di Arona de la que solo quedan sus restos. De hecho, fue Napoléon el que mandó destruirla por completo. Tras un paseo por las afueras, lo mejor es adentrarse en el pueblo y dar un paseo por el lungolago. La Piazza San Graziano es la más importante y allí está la chiesa dei Santi Martiri (o chiesa di San Graziano). Otra plaza no menos importante es la Piazza del Popolo, donde se hacía el mercado medieval cada martes durante la Edad Media. Aquí se encuentra el Palazzo del Podestà, la chiesa di Santa Maria di Loreto (o chiesa di Santa Marta) y, por último, el Broletto, un antiguo palazzo di giustizia. Arona cuenta también con la Collegiata di Santa Maria Nascente, la chiesa dei Santi Anna e Gioacchino y los Museos Mineralogico y Arqueologico. Sin olvidarnos de la Cappella Ossario Beolco y la Villa Ponti. Y después de haber dicho todo esto, solo comentar que… ¡¡ARONA te espera!!
CANNERO RIVERA
Puede que te preguntes qué ver en Cannero Riviera que la pueda hacer tan especial para haberse ganado ese título. Te diré que el Lungolago es precioso, una de las cosas que más llaman la atención tras poner un pie en el puerto. Otra de las joyas que esconde Cannero es su castillo, justo en medio del lago. Tanto es así que se le considera como «una de las 7 maravillas del Lago Maggiore». Su estado es de ruina y no se puede visitar pero actualmente parece que lo están reconstruyendo. Otra de las cosas que ver en Cannero Riviera es la Grotta di Lourdes y la chiesa parrochiale di San Giorgio que está justo encima. No te olvides de pasar por la Piazzetta degli affreschi, con frescos que hablan de la historia del pueblo. También tiene el Museo Etnográfico e della Spazzola y el bellísimo Parco degli agrumi (no solo en el lago di Garda se cultiva este tipo de cítricos).
CANNOBIO
Ahora le toca el turno a Cannobio, el último pueblo antes de cambiar de país. Como en todos los que he mencionado, no te olvides de su lungolago. Y, si puedes, acércate en domingo para disfrutar de su día de mercado que es muy conocido, por cierto. Otras cosas par ver en Cannobio dentro de los edificios religiosos, son el Santuario del Santissima Pietà y la Collegiata di San Vittore. Dentro de los civiles tienes el Palazzo della Ragione (también llamado Palazzo Parasi) que es la oficina de turismo, el Palazzo Pironi y el Palazzo Omacini.
MERGOZZO
Mergozzo tiene lago propio y está muy cerca del Maggiore. De hecho, está tan cerca porque en su día formó parte de él pero los sedimentos que fueron llegando acabaron por separar los dos lagos. Esto le benefició porque prohibieron la circulación de barcas a motor y así se convirtió en uno de los más limpios de toda Italia. No te pierdas la chiesa Parrocchiale della Beata Vergine Assunta, l’Oratorio di Santa Elisabetta, la chiesa Santa Marta. También tienes el Museo Archeologico. Una de las joyas que tiene Mergozzo es su antiguo Olmo, tiene más de 500 años y está inscrito en la lista de los árboles monumentales del Piemonte.
ORTA SAN GIULIO
Si tuviese que quedarme con una sola de estas cinco poblaciones, sería Orta, aunque también es verdad que Cannero Riviera es una maravilla. Orta tiene un porto vecchio super bonito, las vistas del lago d’Orta son increíbles, y su isla en medio, l’isola di San Giulio, es la mejor manera de disfrutar de un día especial (o un fin de semana). Destaca la Piazza Motta y su Broletto, «la salita della Motta» donde al final de la cuesta destaca la chiesa di Santa Maria Assunta aunque antes de llegar a la cima no hay que olvidarse del Palazzo Penotti Ubertini y el Palazzo Gemelli. Otra de las cosas que ver en Orta es la Villa Bossi, la Casa dei Nani y la maravillosa Villa Crespi, un hotel y cuyo restaurante está gestionado por un gran chef. Muy cerca tienes el Sacromonte di Orta, uno de los siete sacromontes más importantes del Piemonte. Incluso Legro, un «paese dipinto» con un montón de frescos en las fachadas de las casas.
Espero que te haya gustado este pequeño resumen. En cada uno de los títulos tienes un enlace para ver un poquito más ampliamente todo lo que te he contado aquí.