Campo de Criptana es un municipio que pertenece a Ciudad Real. Es conocido, sobre todo, por sus molinos y es una parada imprescindible si quieres hacer la ruta de los Molinos de Viento de La Mancha. La imagen de la localidad nos recordará al Quijote. Sobre el cerro, llamado Sierra de los Molinos o Sierra de Criptana, que domina el pueblo aparece un magnífico conjunto de ellos, una de las imágenes más famosas del territorio.

En el S. XIX existían 34 aunque se sabe que fueron muchos más. Actualmente son diez, algunos muy bien restaurados y que conservan su estructura y mecanismo originales y que se pueden visitar por dentro. Otros están convertidos en Museo. Si te acercas un sábado podrás ver alguno de ellos en funcionamiento. En 1978, el conjunto de molinos fue declarado como Monumento de Interés Histórico-Artístico. Sus nombres son: Burleta, Sardinero e Infanto son los tres más antiguos y conservan la maquinaria original del S. XVI; en el Poyatos está la Oficina de Turismo; en el Inca Garcilaso hay un Museo de Labranza; el Cariari alberga un Museo de Pintura y también relacionado con el cine y con Enrique Alarcón; el Quimera tiene en su interior una colección de la Semana Santa en miniatura; en el Pilón hay un Museo del Vino; el Lagarto alberga un Museo de la Poesía y el Culebro está dedicado a Sara Montiel.

La iglesia Parroquial de Ntra Sra de la Asunción se inauguró en 1985 tras ser incendiada la anterior, del S. XVI, durante la Guerra Civil. Presenta capillas a ambos lados. A la izquierda del ábside, de forma semicircular, se encuentra la capilla del Santísimo donde está la imagen de Ntra Sra de Villajos, una talla de madera del S. XIII hallada en un muro durante la restauración del Santuario del Santísimo Cristo de Villajos, patrono del pueblo.

La iglesia del Convento del Carmen fue una pequeña parte del Convento de las Carmelitas Descalzas (de 1598 a 1835). Se levanta sobre la antigua ermita de Santiago. Se usó como iglesia parroquial mientras la de Ntra Sra de la Asunción estuvo en obras. El templo conserva un relicario de las llamadas once mil vírgenes donado por el arzobispo de Köln en 1612. También merecen atención las pinturas que decoran el altar mayor. Destaca también la talla escultórica de la Virgen del Carmen, que está en el Retablo centro de la iglesia.

La ermita de la Virgen de la Paz se halla situada en el Cerro de la Paz y es originaria del S. XVI. Su nombre parece derivar de la paz que transmite el cerro donde se encuentra esta ermita. Su exterior presenta teja curva árabe y paredes encaladas como el resto de las viviendas que tiene alrededor. Este es el punto entorno al cual se erigió el núcleo de repoblación llamado El Campo en la segunda mitad del S. XVIII.

La ermita de la Veracruz es originaria del S. XVI (su construcción se remató en 1573) y desde entonces ha sido sede de la cofradía de Semana Santa de mayor arraigo en la localidad: «Cofradía del Cristo de la Columna y Descendimiento de Nuestro Señor». Como elementos originales solo quedan la cubierta interior, adintelada con vigas de madera en resalte y cubierta de teja curva árabe a dos aguas, y la portada con arco de medio punto y su decoración en relieve que son típicamente renacentistas. Lo más característico es su portada de acceso, orientada al mediodía que se abre bajo el arco de medio punto perfectamente adovelado.

La ermita de la Madre de Dios data del S. XVII, cuando era conocida como ermita de Ntra Sra de las Angustias. En 1697 se construyó su cubierta abovedada. En los años 60 del S. XVIII se erigió un retablo para albergar la imagen de la titular. El retablo barroco del presbiterio fue destruido pero permanece el camarín de la Virgen de la Soledad dotado también de cúpula sobre pechinas. En su interior están las imágenes titulares de la Hermandad del Santo Entierro, de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de San Antón.

La ermita de Santa Ana se construyó en 1575 posiblemente sobre otra anterior. Gracias a la Orden Tercera de San Francisco de Asís que se estableció en ella, fue reparada varias veces a lo largo del tiempo.

La ermita de San Cristóbal (llamada al principio «ermita de la Soledad» ya que albergó una talla de la Virgen que desfilaba en las procesiones de Semana Santa) está situada en un extremo de la plaza de Pozo Hondo. Se erigió en 1702 ante la necesidad de facilitar el cumplimiento del precepto de oír misa los días festivos, a aquella parte de la población que durante las faenas de la recolección de cereales realizaba tareas de trilla en las numerosas eras que había al oeste de la villa.

La ermita de la Concepción está situada al este de la población y junto a ella se estableció el cementerio actual. Es muy sencilla y uno de los edificios más antiguos de Campo de Criptana. Se inauguró de nuevo en noviembre de 2018 tras su reconstrucción.

La ermita de San Sebastián se remonta al S. XV aunque tras sucesivas reedificaciones, su aspecto hay cambiado mucho respecto al original.

La ermita de San Pedro fue construida en los años 70 del S. XX y se encuentra a los pies de la Sierra de los Molinos. Acoge diferentes pasos de la Semana Santa. La Hermandad de Jesús Nazareno es la encargada actual de su gestión.

El Santuario del Cristo de Villajos es una visita obligada. Se encuentra en las afueras de la población junto a la carretera que conduce a Miguel Esteban. Tiene su origen en la iglesia del pueblo de Villajos, despoblado a finales de la Edad Media. La Orden de Santiago empieza a reconstruirla en 1568. En 1575 consta que estaba bajo la advocación de Ntra Sra de Villajos, cuya imagen posiblemente es la descubierta hace unos años en el interior de sus muros y que puede considerarse de 1300 y es de estilo románico de transición. La ermita decayó hasta que fue reedificada hacia 1663 ya en estilo barroco para ser el centro del culto a la imagen del Cristo de Villajos. Fue incendiada en la Guerra de Independencia y también sufrió consecuencias graves tras la Guerra Civil. El exterior fue remodelado a principios de los años 80 del S. XX tratando de darle un pretendido estilo románico. Tiene un retablo que imita el original barroco destruido en 1936.

El Santuario de la Santísima Virgen de Criptana se erige en lo alto del Cerro de la  Virgen, a unos 2 km de la población y junto a la carretera N-420. Es sede de la imagen de la Virgen de Criptana, patrona de la localidad. El edificio está construido sobre otro anterior y data del S. XVI (su proyecto es de 1513). En su interior debe destacarse la portada de acceso, un arco de medio punto y columnas de orden toscano.

La ermita de San Isidro se edificó después de la Guerra Civil. En ella se guarda una imagen del santo, que es el patrón de los agricultores.

Ayuntamiento

El Pósito Real era el edificio donde se guardaba el grano (principalmente trigo). Era regido por el ayuntamiento y tenía la misión de prestar el grano a los labradores en épocas malas y en condiciones muy favorables, y además regular el mercado de trigo cuando su precio (y por lo tanto del pan), tendían al alza de manera alarmante. Es del S. XVI y fue renovado y ampliado por Carlos III. La portada de acceso está en la fachada principal que da a la plaza que lleva el mismo nombre. Tiene un arco de medio punto enmarcado en alfiz y sobre él, tres escudos, dos de ellos de la Orden de Santiago. El Pósito estuvo en activo hasta la Guerra de Independencia y fue ahí cuando empezó su decadencia. En 1914 fue subastado y pasó a manos particulares. En 1991 el ayuntamiento lo recuperó y lo mandó restaurar para dedicarlo a Museo Municipal donde se celebran exposiciones y actividades culturales además de contener una muestra permanente de arqueología.

El Museo Arqueológico se encuentra dentro del edificio de El Pósito y es el resultado de años de paseos y búsquedas de asentamientos por sus campos y páramos.

El Museo Severiano Lucas se encuentra documentado desde mediados del S. XVIII aunque su construcción podría datar de varias décadas antes.

El Museo Antonio Manjavacas abrió una sala a una selección del trabajo en el Museo de Espacio del Artesano (ESART). Es la sala de color añil. La afición del artista por los trabajos artesanales se remonta a su infancia.

El Museo Eloy Teno. Fue un escultor que vivió y desarrolló su vida tanto personal como artística en Campo de Criptana. Comparte sala con otros dos artesanos. Su sala es de color albero y trabajó el zinc, el cobre y el hierro a través de la forja.

La Tercia recibe su nombre de un viejo caserón del S. XVI que servía de almacén de los granos que en concepto de «tercias reales» percibía el correspondiente maestrazgo de la Orden de Santiago. Se halla en la plaza del mismo nombre y presenta grandes sillares de piedra rojiza que se encuentra también en otros monumentos de la localidad.

El Pozo de nieve fue el primero en ser descubierto en la provincia de Ciudad Real y del que se obtiene más documentación (es del S. XVII). Está localizado a 3500 m al norte del núcleo urbano, y ubicado sobre un pequeño cerro contiguo a la ermita del Cristo de Villajos. Durante los Ss. XVIII y XIX seguía en funcionamiento. En su interior hay un pequeño museo. Era una construcción de arquitectura popular dedicada a almacenar y conservar hielo para distribución y venta, cuyos fines principales iban destinados a conservar y refrigerar alimentos, bebidas y medicinas. Tenía dos pisos y dos puertas de acceso; una en la planta inferior de la fachada norte y otra, elevada, en la planta superior de la fachada oeste a la que se accedía por medio de una escalinata de varios peldaños.

El Barrio del Albaicín. A finales del S. XVI, muchas familias moriscas venidas de Granada se refugiaron en la parte alta del poblado. Las casas se conservan con su teja árabe, pintadas de blanco y añil y reja de hierro forjado en las ventanas. Otra de las características del barrio es la presencia de casas-cueva creadas de forma natural en la Sierra de los Molinos (en las que se hace actualmente espeleología) y que han sido utilizadas hasta hace relativamente poco tiempo como vivienda de las clases humildes de la población. También aparecen fuentes en la localidad como la Fuente del Caño o la Fuente del Moco que son fuentes naturales de manantial de las aguas de la sierra, origen del establecimiento de la población.

La Casa del Conde (o «Casa del Conde las Cabezuelas») es una mansión señorial construida a finales del S. XVII por la familia de Gregorio Baillo. Actualmente la casa es propiedad municipal.

Las Casas-Cueva son construcciones típicas excavadas en la roca en la ladera de la Sierra de los Molinos donde vivían antiguamente los vecinos. Se encuentran en el  Barrio del Albaicín, conformado por un conjunto de calles típicas manchegas, estrechas y de pendiente pronunciada. Algunas de estas cuevas también constaban de un almacén de grano que posteriormente se molía en los molinos de viento. Generalmente, los animales de carga también vivían bajo el mismo techo. Consta de dos plantas con patio de acceso. Su estructura es de fábrica de tapial y su cubierta es inclinada con teja curva sobre estructura de madera. La fachada consta de tapia encalada con zócalo y jambas de la puerta en color azul añil. Hoy en día han sido recuperadas para otros usos como la Cueva de la Virgen de la Paz (museo vivienda), la Casa de los Tres Cielos (hotel rural) o la Cueva de la Martina (restaurante).Se pueden visitar la Casa-Cueva del Cerro de la Paz o la Cueva del Molino Infanto.

Hay diversas estatuas de los personajes más famosos de Campo de Criptana distribuidos por todo el pueblo como Miguel de  Cervantes, Sara Montiel o Luis Cobos.

Cueva-Silo. Las Cuevas de los Molinos servían de almacén y refugio del molinero.

Recomendaciones para fotografiar: no te pierdas el atardecer (o amanecer) en la Sierra de los Molinos. Disfrutarás de un momento único.

Recomendaciones de eventos: Molienda a la antigua usanza el primer domingo de cada mes; el Carnaval; la Semana Santa está declarada de Interés Turístico Regional y se remontan al año 1568; Fiesta/Romería de la Virgen de Criptana que se celebra el lunes de Pascua; Feria y Fiestas en honor al Cristo de Villajos del 23 al 28 de agosto (el primer jueves de agosto «Jueves del Cristo» tiene lugar la traída del Santísimo Cristo de Villajos desde su Santuario a la población y el primer sábado de septiembre es la «Despedida» del Cristo y es llevado al Santuario.

Recomendaciones para comer: tiene una gran variedad de restaurantes como por ejemplo: Restaurante Las Musas justo en la Sierra de los Molinos, Restaurante Atila, Restaurante Abrasador La Forja de Sancho, Cueva la Martina en una de las casas-cueva reacondicionada y El Ricote.

Recomendaciones para dormir: no hay una gran variedad de alojamientos pero hay algunos que pueden estar muy bien, con un precio asequible y una muy buena valoración como ejemplos tienes: Hostal Restaurante Ego’s junto a los Sierra de los Molinos, Hotel Rural La Casa de los Tres Cielos en pleno barrio del Albaicín y en una cueva para desayunar, además de contar con una piscina en las instalaciones, Casa La Maquica es algo más cara pero también es una casa de dos dormitorios y sofá cama y La Casa del Bachiller es la más cara pero también es verdad que son tres habitaciones con cama doble.

Recomendaciones para aparcar: en la Sierra de los Molinos hay un amplio aparcamiento gratuito que podría llenarse en días festivos o fines de semana. Luego puedes bajar andando desde allí o con el coche y aparcar sin problemas por el pueblo relativamente cerca de la iglesia.

Recomendaciones para visitar en los alrededores: La Hidalga (yacimiento Calcolítico, de la Edad de Bronce y de época romana); Centro de la Naturaleza «Tierra de Gigantes» que se sitúa en la zona que ocupaban parte de las antiguas balsas de decantación de las aguas residuales; Laguna de Salicor, una zona húmeda de gran importancia y si quieres hacer la Ruta de los Molinos de la Mancha, no dudes en visitar, sobre todo, Tembleque (Plaza Mayor y molinos) Consuegra (pueblo y sus espectaculares molinos), Puerto Lápice (pueblo y molinos), los Molinos de Alcázar de San Juan, los Molinos de Mota del Cuervo (contemplando las vistas) y Belmonte (sobre todo el pueblo y el castillo). También puedes visitar Madridejos, Camuñas y Herencia, que también tienen molinos que pertenecen a esta ruta, aunque no son tan vistosos. Y, si todavía tienes tiempo, dedícale varios días a la maravillosa ciudad de Toledo.