Capalbio es uno de los pueblos más bonitos de la Toscana. Se la conoce con el nombre de «El último pueblo de la Marisma» y como «la pequeña Atenas» ya que está entre la Toscana y Lacio. Aunque para mi gusto se queda corto puesto que está lleno de rincones increíbles que hay que disfrutar con calma, sin prisas y paladeando cada segundo que se está allí. Rincones con tal encanto que no puedes dejar de recorrerlos con la mirada. Además, se visita en poco tiempo. 

La Puerta Senese, con sus puertas de madera del S. XV, nos saluda al entrar en el centro histórico con uno de esos rincones en los que te detienes a contemplarlo todo con detalle. Además de disfrutar de unas vistas increíbles antes de cruzarla. La estatua dedicada al Jardín del Tarot, como presentación, no podía estar en un lugar mejor.

La muralla ofrece un paseo y permite contemplar el pueblo desde otra perspectiva además de unas increíbles vistas hacia el campo toscano.

Los Aldobrandeschi y los Orsini fueron familias influyentes en esta zona de la Toscana y en Capalbio no iban a ser menos. Estas dos familias construyeron y restauraron la espectacular rocca aldobrandesca, de origen medieval, caracterizada por su forma de L. Se puede ver en el centro del pueblo. Su terraza tiene unas vistas increíbles. Junto a ella se encuentra el Palacio Collachioni, de estilo renacentista cuyo interior alberga un piano usado por Giacomo Puccini.

La pieve de San Nicola es una iglesia románica en cuyo interior hay unos frescos del S. XV.

El Oratorio della Provvidenza se encuentra algo alejado del centro histórico.

Oratorio della Provvidenza

La tumba del Bandido Tiburzio. Si hay algo que no te puedes perder, es la tumba de este bandido (en este caso bueno). Su historia es curiosa y es a su muerte cuando nace la leyenda. Al morir, el cura de Capalbio se negó a enterrarlo dentro del cementerio ya que era un forajido y un asesino. En cambio, el pueblo le quería y se rebeló contra el cura. Finalmente llegaron a un acuerdo: la mitad del cuerpo quedaría enterrado dentro del cementerio y la otra mitad fuera. En las siguientes ampliaciones del cementerio acabó quedando dentro y un cartel indica su posición.

Tumba del Bandido Tiburzio

Aunque además del pueblo medieval en sí, una visita que tienes que hacer sí o sí, es acercarte al Giardino dei Tarochi. ¿La artista? Una estadounidense que, tras descubrir el Parc Güell de Gaudí en Barcelona, y el Parque de los Monstruos de Bomarzo, se inspiró y decidió crear este impresionante parque con figuras que tienen una altura entre 12 y 15 metros de altura y que está dedicado a las figuras del Tarot. Le dedicaré un post en exclusiva.

Estatua dedicada al Jardín del Tarot

Recomendaciones para fotografiar: cualquier rincón de Capalbio es apto para una fotografía.

Recomendaciones para comer: Selvaggina B’Amerigo donde venden bocadillos y tablas con una amplia gama de embutidos hechos con jabalí. Está en la misma puerta de acceso al pueblo y está cerca de una terraza con vistas increíbles. Pero no es el único restaurante con vistas.

Recomendaciones para dormir: no puedo hablar por experiencia propia de los alojamientos de Capalbio pero sí en Pitigliano que está muy cerca de allí.

Recomendaciones para aparcar: Hay varios parking. Uno en el cementerio para hacer una breve parada para contemplar la tumba de Bandido Tiburzio, otro antes de subir la intensa cuesta que te llevará al centro de la población y otro más en la otra parte del pueblo, cerca del castillo.

Recomendaciones para visitar en los alrededores: ante todo te aconsejo visitar el Jardín del Tarot además de otros pueblos como Pitigliano y la Città del Tufo, Sovana y sus termas, Sorano y su encantador centro histórico, Saturnia y sus fantásticas termas, más famosas incluso de las anteriores.